martes, 26 de junio de 2012

La bazofia que se la coman ellos

De las costumbres y el hacer de las televisiones hay muchas cosas que me molestan. Unas más que otras, claro. Pero las que más son las que evidencian el pobre concepto que tienen algunos directivos y profesionales del medio acerca del público que les sustenta. Y es que lo consideran bobo. Sí, bobo o tonto o idiota. Solo pensando que ellos piensan así se entienden actitudes tan burdas, mezquinas y manipuladoras que, en muchos casos, dan como resultado productos de muy baja calidad aunque ellos los sirvan sin pudor. Un ejemplo: La persecución al famoso con el convencimiento de que tarde o temprano acabará por meter la pata, pegar a alguno de los perseguidores o blasfemar en arameo, y por lo tanto dará una noticia. ¿Y si no la da? Pues se inventa, y a correr.
Ana Obregón acude a celebrar el cumpleaños de su madre, y entre que sale del coche y llega al restaurante fotógrafos, cámaras y reporteros la persiguen para conseguir unas imágenes y unas declaraciones. 

Ana, a celebrar el cumpleaños de tu madre, ¿verdad?, pregunta la reportera de Corazón.  
Sí, que se lo merece, responde al paso la Obregón. 
Ana, tu libro va muy bien, ¿verdad?, insiste.
Si, muy bien.
 
Dos horas despúes, acabada la comida, la reportera del equipo, que permanece allí, vuelve a la carga. 

Ana, lo habéis pasado muy bien, ¿verdad?
Sí, sí, muy bien.

Pues eso, que hay un titular, unas imágenes esquivando a los acosadores y tres preguntas estúpidas hechas al vuelo y con respuesta incluida para que la interrogada solo tenga que confirmar y ya tenemos una noticia de sociedad. Una más. Vergüenza no tienen cuando la dan, eso no. Y no lo digo por la reportera, que supongo que la pobre habrá tenido que superar muchos exámenes antes comerse esta bazofia. Corazón. ¿Les suena? Magacín rosa de RTVE, La 1, 14:30 horas. No es casual que la baja calidad abunde en programas de esa cuerda. También en los deportivos, curiosa coincidencia. Ambos van dirigidos a públicos poco exigentes, Marías y Manolos, pensarán ellos, los Manolos, quiero decir, los responsables.


miércoles, 20 de junio de 2012

Yo veo la tele

El último estudio anual de la AIMC (EGM desde abril 2011 a marzo 2012) da un porcentaje del 88,6% de espectadores por día entre la población española de 14 años o más (39.450.000 personas), con un tiempo medio por espectador y día de 238 minutos. Y todo esto sin incluir a quienes ven la tele por internet, cifra que va en aumento y que en el último mes contabilizado estaba muy próxima a los 6.000 espectadores diarios. En conclusión,  podría decirse, exagerando solo un poco, que prácticamente todos los ciudadadanos de este país ven la tele todos los días del año durante casi cuatro horas diarias. 
De este modo la tele domina sobre el resto de medios de comunicación, imponiendo en gran medida la actualidad del día. Esto posibilita que tenga una gran influencia en la sociedad y que sea una referencia en la creación de opinión pública. Es además el escaparate ideal para quien quiere darse a conocer, sea cual sea su profesión y su necesidad de ello. Es el gran poder. La tele nos entretiene, nos informa, nos duerme, nos forma, nos seduce y nos atonta. La tele, la puta tele.